La radiografía de edad ósea es una herramienta de diagnóstico importante en la evaluación del crecimiento y desarrollo óseo, y se basa en la observación de las características óseas que varían con la edad, como la longitud y el grosor de los huesos, la presencia de cartílago de crecimiento y la aparición de las epífisis óseas. La evaluación de estas características óseas permite estimar la edad ósea de la persona, lo que puede ser útil en el seguimiento del crecimiento y desarrollo normal y en la detección de posibles anomalías o trastornos óseos.